Difuminado
Ya no escribo para que me leas sino escribo para oírme, porque a veces me pierdo entre tanta elocuencia y monólogo suelto, y a pesar de que no ha pasado mucho, he sentido el letargo de tu ausencia, debe ser por esa maldita costumbre que tenia de escribirte a diario, de buscarte, de nombrarte, que ahora solo me servirá para recordar que ya no estás conmigo.
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