jueves, 21 de septiembre de 2017

Recuerdo, no recuerdo del todo

He empezado a olvidarte y es como perderte de nuevo, por eso  he vuelto a repasar los detalles de tu rostro, no porque mi memoria me lo pida, sino porque se lo debo a tu recuerdo.


Recuerdo el color incierto de tus ojos, tus duraznos labios, tu cabello áureo y tu perlada piel; recuerdo la distancia que tienes entre ceja y ceja,  el calzado del hoyuelo de tu barbilla bajo mi pulgar, y la simetría de tus pómulos que se pronunciaban al sonreír.

Y ante mi memoria solo hay algo que no puedo recordar, y es por qué me dejaste  de amar.


Nada es como antes

Y de repente deje de tener 20 años,
empecé a tener barba en vez de cabello largo,
cambie los conciertos por un trabajo,
deje a un lado los amores por tragos solitarios 
y empecé a preocuparme por el correr de los años.

jueves, 5 de enero de 2017

Hay algo de ti

Hay algo de ti que me seduce,
Podrían ser tus muslos forma de durazno que redoblan como tambores al caminar,
O la hipérbola de tu cintura que hace juego con mis manos al sujetar,
Podría ser el par de bellotas que tienes como ojos que profesan libertad,
O tus carnosos labios que escupen verdades  a diestra y siniestra sin piedad,
Podría ser tu busto de Palas con el cual te gusta jugar amamantar,
O tu cabello carmín que perfila tu rostro al soltar.
Pero sobre todas estas verdades hay algo de ti que me atrapa,
Algo que me pone a delirar,
Y es tu mente,

Oh mente que me embriaga sin cesar.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Difuminado

Ya no escribo para que me leas sino escribo para oírme, porque a veces me pierdo entre tanta elocuencia y monólogo suelto, y a pesar de que no ha pasado mucho, he sentido el letargo de tu ausencia, debe ser por esa maldita costumbre que tenia de escribirte a diario, de buscarte, de nombrarte, que ahora solo me servirá para recordar que ya no estás conmigo.

Recuerdos

Migas de pan para no olvidar el camino,
la fragancia del roció para no olvidar tu aroma,
treinta minutos de recuerdos para no olvidar tus besos,
ver volar las aves para recordar que eres libre,
ver el atardecer para nunca olvidar que alguna vez estuvimos juntos.

martes, 23 de agosto de 2016

Tengo la manía de contar lunares y hacer constelaciones, 
de ver a los ojos y buscarme con desvelo, 
de recorrer la piel con los dedos y trazar dunas con los vellos, 
de morder ombligos y soplar en ellos, 
tengo la costumbre de tomar de la mano y empezar de cero.

Tú, la relatividad de mi tiempo.

Son las cinco y la alarma ladra,
Me despierta para comenzar el día,
Pero me tomo unos minutos para pensarte,
Porque si te no pienso amor mío,
Mi día no comienza,
No comienza como quiero.
Luego de recargarme de sonrisas y suspiros me siento listo,
Me arreglo,
Tomo mi maleta y salgo a trabajar.
Son las diez amor mío y me encuentro revisando tus mensajes,
Leyendo línea por línea,
Memorizando letra por letra,
Para cuando vuelva hablar contigo,
Sentir que nunca he dejado de hacerlo,
Luego recuerdo mis aburridos deberes,
Retomo mi casco y vuelvo a la rutina.
Son las doce amor mío y pienso que ya ha avanzado medio día,
Medio día menos de las semanas que me quedan para volver contigo,
Y me pierdo de nuevo entre números y restas en mi aburrida oficina.
Son las dos amor mío y me tomo mi tiempo para pensarte de nuevo,
Hago un repaso de tu rostro,
Comenzando por tu hermosa sonrisa,
Tus grandes ojos,
Y tú perfilada nariz levemente desviada,
Y pienso en lo hermosa que eres amor mío,
Y en lo afortunado que soy de tenerte conmigo.
Son las cinco y la alarma ladra de nuevo,
Ya termino mi día y me asombro de ver como se pasó el tiempo,
Pero es que contigo amor mío, mi tiempo es relativo.